29 de abril de 2016

He vuelto a



He vuelto a sentir
la luz tenue de la luna
abrazándome de madrugada,
que despierta, estremece y acuna
mi alma.

He vuelto a ver
a un mismo tiempo
el cielo teñirse de vida
caerse entre mis dedos
una flor marchita.

He vuelto a oír
la música de un suspiro
escapando de su celda
hecha de miedos
por una sonrisa que no espera.

He vuelto a saber
que soy un libro,
que no encuentra palabras,
una mano que me escriba,
un lector que me abra.

He vuelto a latir
entre sueños embarrados
con una chispa de un fuego
que nunca estuvo extinto
aunque sí apagado.

He vuelto a querer,
a recordar una promesa,
a una niña que aún habita,
a la voluntad presa,
a mí misma.






Mi ventana rota


Esta ventana se rompió hace casi tres años.

Durante este tiempo he huido por ella muchas veces, aunque menos de las que me hubiera gustado.
Durante este tiempo he cambiado y aprendido, conocido y olvidado, he reído y llorado hasta llegar a un punto completamente nuevo en este camino.
Durante este tiempo he limpiado un poco los cristales que yacían esparcidos por el suelo, he arreglado los desperfectos de esta pequeña habitación y me he permitido tener un lugar en el que poder descansar y esconderme del resto del mundo.
Sigue siendo la ventana que un día se rompió y me ofreció una salida, pero no es una ventana cualquiera y también ella ha cambiado.

Bienvenidos a mi ventana rota.