30 de marzo de 2016

Atardecer rojo



Then, a scarlet beam of light broke into the room like a bleeding wound.

La luz rojiza del atardecer entra a través de las cortinas cerradas, dentro la oscuridad es casi absoluta y los rayos tenues sólo alcanzan a dibujar contornos insinuantes.
-¿Y bien?
Su voz rompe el silencio de una noche que no ha llegado pero que ha empezado horas atrás.
-¿Qué?
Se oye cómo se mueve, se desplaza por la habitación para acercarse.
-¿Que qué dices a mi oferta?
Silencio, las respiraciones entrecortadas parecen estar acompasadas entre ellas.
-Que no estoy tan loco, no todavía.
-Una pena. Supongo que aún no has visto lo suficiente, tu noche ha sido muy corta como para que hayas podido conocer la oscuridad.
-Te he conocido a ti.
Un brillo metálico, un roce frío, una mirada aún más gélida, una sonrisa sarcástica.
-Vaya idea que tienes de mí, soy mejor de lo que piensas... no puedes admitirlo porque no has visto desaparecer el último rayo de luz, pero lo harás, no te preocupes. Lo harás antes de lo que piensas y, entonces, entenderás mis palabras.
-Tus palabras son sólo locura.
-Y la locura también te alcanzará a ti, todo es cuestión de tiempo.
El sonido de un seguro al ser retirado, la caricia de un dedo tembloroso sobre el gatillo.
Silencio.
El último rayo de luz ilumina una mancha roja antes de desaparecer y dar paso a la noche.

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